«Mi sueño es poder levantar una Champions»
Érika González Lombídez (España, 31 de agosto de 2004)
Hoy tenemos la oportunidad de hablar con Erika Lombídez, delantera del Levante UD y actual ganadora del Europeo sub-19 con la selección española, que se ha abierto con Mesas Sport para que podamos conocer un poco más de ella y su historia.
Para quien no te conozca, ¿quién es Erika Lombídez?
Erika Lombídez es… pues no sé cómo describirme, pero supongo que una niña con muchos sueños por cumplir, con mucha ambición y muchas ganas de todo lo que tiene en la cabeza ir a por ello.
Una niña familiar con ganas de que a su familia también le vaya bien, con especiales ganas de que a mi hermano le vaya genial también en el fútbol. Una niña de casa que, aunque me haya ido tan lejos por cumplir sueños, sigo teniendo a los míos tan presentes.
Para empezar por el principio y teniendo en cuenta que estas últimas semanas en particular hemos estado escuchando lo difícil que es para las mujeres ser futbolistas, ¿cómo ha sido tu experiencia personal?
Por suerte en casa siempre se me ha apoyado desde el principio con todo lo que quise hacer. A mí y a mi hermano siempre se nos dio la libertad máxima para poder hacer lo que nos gustara y lo que quisiéramos, pero siempre hacerlo trabajando y de verdad yendo por algo en serio. Y por suerte en casa me apoyaron desde el principio.
Lo que es en el ámbito en el que yo jugaba al fútbol, empecé sobre todo en el Llanes, en mi pueblo, no notaba ningún tipo de discriminación por ser mujer, no se me apartaba o querían que formara parte.
Es verdad que cuando jugaba en el Gijón, en el Ovidio Moderno, en ciudades más grandes, cuando empecé con los equipos femeninos, que seguíamos compitiendo contra chicos, en las gradas sí que ya había insultos, había alguna madre o algún padre que te decía cosas como que qué hacías jugando al fútbol, que su hijo era más, que su hijo era mejor, que las mujeres no deberíamos estar ahí compitiendo contra ellos. En mi casa, me refiero a todo lo que es el ámbito de mi pueblo, de donde yo empecé, no tuve ningún problema, quizás eso me facilitó el ir hacia adelante sin ningún tipo de pensamiento: debería de frenar, debería de no hacer esto. Siempre fue de ir hacia adelante, siempre me apoyó para que fuera hacia adelante.
Yo he tenido suerte, pero igual que yo he tenido suerte, hay miles de niñas con las que me he cruzado por el camino que no han tenido tanta.
¿Algún nombre, algún referente, algún espejo en el que mirarte cuando eras pequeña?
Referentes como tal, masculinos, muchos más que femeninos. Está claro que al final referentes femeninos en el mundo del fútbol, había pocos, por suerte está habiendo más y estamos haciendo las cosas bien. Los jugadores que me fijaba eran todo hombres, porque al final en la tele solo salía fútbol masculino, solo veías fútbol masculino y te fijas en ellos porque son buenos y encima te los enseñan. Si nosotras éramos buenas pero no te mostraban nada, no te podías fijar en nadie que no te estuvieran mostrando.
En mi casa siempre se ha querido mucho a Rafa Nadal por la cabeza que tiene. También yo cuando era un poquito más mayor, veías a Messi y a Cristianocomo lo top de lo top. Yo después empecé a ver a Cristiano como lo top de lo top a nivel de que entendía poco a poco lo que era la disciplina, el trabajo, el estar todos los días, el currárselo todo. Te digo Messi y Cristiano porque eran a nivel lo más grande cuando eres pequeño, pero podría decirte jugadores más cercanos como el Guaje, por ejemplo, así Asturianos, así gente que sí que tengo más cerca.
Si te dijera referentes que no tuvieran que ser personas que todo el mundo conociera, yo por suerte en casa poco a poco fui entendiendo que mis referentes eran mis padres y mi hermano a nivel de todo lo que se me estaba inculcando, por todo lo que me estaban metiendo en la cabeza. Yo no sabía la importancia que iba a tener en mi vida a día de hoy, y ahora me doy cuenta de que toda la disciplina, todo el trabajo que me inculcaron, el hecho de que hay que ser persona para conseguirlo y conseguirlo bien.
Creo que mis referentes actuales serían mis padres y mi familia, mi hermano.
Te han apoyado desde el principio, has jugado en muchos equipos del Principado de Asturias, pero ¿cuándo fue realmente cuando dijiste: voy a luchar por llegar a ser profesional, voy a darlo todo y hasta el día de hoy?
Yo creo que eso, desde que tengo uso de conciencia creo que siempre he querido ser futbolista profesional y siempre he dicho que iría por ello. Desde muy pequeñita. ¿Cuándo es cuando realmente veo que existe la posibilidad de dar ese salto?
Creo que en el Sporting en los dos últimos años yo ya empiezo a pensar que la cosa puede estar más cerca, que no pare, que me voy haciendo mayor y tengo que seguir estando ahí. Empieza la selección española a contar conmigo en alguna convocatoria, entonces empiezo a tomarme en serio al 100% el darlo todo que puedes estar a un salto de empezar a conseguir cosas muy grandes. Pero lo que te digo, creo que el hecho de ser futbolista profesional lleva desde el principio en mi cabeza. Me gustaba el fútbol y quería fútbol y no me gustaba nada más.
Estás en el Sporting y de allí pasas al Levante UD con apenas 17 años. ¿Cómo se produce este fichaje y qué es lo que te anima a firmar por ellas?
El fichaje se produce casi de un día para otro. Vienen mis padres y mis representantes, que hacía poco que acababa de firmar por ellos, y me dicen que el Levante está interesado en mí, que apuestan por mí, que les gustaría que fuera para allá.
A todo esto me dicen que es el Levante de Primera División y yo lo que te vengo diciendo, yo quiero ser futbolista profesional desde que tengo uso de razón. Yo oigo Primera División, interesados por ti y no dudo en decirle a mis padres quiero esto.
Hablamos con el Levante para ver qué condiciones iban a ser, cómo iba a ir la cosa, pues yo al final era una niña de 16 años y las decisiones las tomaba por lo que sentía y por lo que quería pero pensando en mirar primero.
Mis padres siempre me dieron esa calma y esa paciencia para ayudarme, ser yo la que elija, pero lo iba a elegir sabiendo qué hay y qué no hay.
Hablamos con el Levante y mis padres me dijeron ‘está todo bien, la decisión es tuya, piensa que tienes 16 años y que te vas a marchar muy lejos de casa pero no nos vamos a meter en tu futuro y en lo que tú quieres’. Y yo le dije vamos a hacer la maleta ahora, porque esto no lo puedo desaprovechar. Yo no sé si va a pasar otra Primera División por mi vida, yo no sé si mañana se va a acabar todo, si no, por lo tanto yo esto lo tengo que coger. Es con lo que soñaba desde pequeña y es lo que quiero, no quiero otra cosa que no sea ser futbolista. Ahora que tengo la oportunidad de ir más a lo grande, de llegar a la máxima categoría, no quiero desaprovecharlo.
Acabas de firmar por tu agencia de representación, Mesas Sport, ¿cómo entraste en la agencia y qué nos puedes contar de ella desde adentro?
Pues yo entré en la agencia a partir de la gente en Gijón, a partir de un contacto común. Mesas Sport estaba interesado en empezar a trabajar con futbolistas mujeres y ese contacto les recomendó que miraran mis partidos. Ellos estuvieron pendientes, empezaron a ojearme y bueno, vinieron y me ofrecieron empezar a trabajar con ellos y lo que te decía antes para firmar con el Levante, el mirar que sí y que no, si mis padres estaban contentos…
Mis padres nunca habían sido de creer en necesitar representante, menos en un Sporting que al final es para las mujeres un club un poco más pequeño. Mis padres se podían manejar todavía a nivel de fichajes, no fichajes, de contratos, no contratos y es verdad que el tema de representantes nunca habían puesto mucho interés, pero Mesas llegó con bastantes buenas cosas, con un ámbito profesional, con una cabeza del deporte y de lo que era conseguir objetivos bastante parecida a la que tenemos en casa. Nos convenció con eso, con unas ideas muy claras y bueno, nos llamó bastante la atención que contaran conmigo para ser la primera chica futbolista que incorporaron a su trabajo y la verdad que eso quieras que no, te hace cierta ilusión porque al final están contando contigo para empezar una etapa nueva. Yo me sentía privilegiada y me sentía ilusionada con que ellos dieran un paso como era ese conmigo. Desde el principio fue bien, fue cercano, fue profesional, ambos remando en el mismo sentido. Trabajan bien, de manera que ambos podamos estar contentos, de manera que los futbolistas se sientan cómodos y no tengan ningún problema en pedir X o pedir Y porque al final están tratando con representantes pero también están tratando con personas y entienden perfectamente las necesidades del futbolista, qué necesitamos en cada momento, cómo nos sentimos… Al final muchos de los representantes o de la gente que trabaja en ese ámbito ya vivió dentro del fútbol de manera personal y conocen muy bien las situaciones, los tiempos y eso es un plus que suma a que el futbolista se sienta comprendido y se sienta protegido al haber pasado por esto, saben qué se siente, así al final eso es un plus y eso es algo muy guay que he ido viendo a partir de firmar con ellos. Profesional, con las ideas claras, siendo personas antes que futbolistas y representantes y teniendo claro que el bien para mí es el bien para ellos y el bien para ellos es el bien para mí.
La idea de que sea una agencia muy familiar, al igual que tú, teniendo como referentes a tus padres, queriendo ver triunfar a tu hermano, pero claro, te vas desde Asturias a Valencia, ¿qué fue lo más difícil de dejar atrás?
Te podría decir que el hecho de dejar atrás a mi familia. Lo principal es el dejar atrás a mi familia, a mis amigos, que se quedaran lejos y no poder tenerlos o darles un abrazo cuando me apeteciera, pero también te podría decir que lo más difícil fue a la vez lo más guay, lo más impactante. Creo que el cambio radical de vida, el pasar de una vida completamente distinta a la que llevo ahora, fue lo más difícil a la vez que lo que más me gustó porque yo cambio una vida que me gusta mucho por una vida que soñaba siempre y que adoro y que a día de hoy no la cambiaría por nada. Pero al final soy una niña de 16 años que sale de un entorno familiar, de ir al instituto con sus amigos de clase, ir a entrenar siempre con sus mismas compañeras, terminar de entrenar y quedar por la tarde con sus amigos en el mismo sitio del pueblo… Al final una rutina, una vida normal que de repente de un día para otro te cambia a lo que siempre quisiste, a lo que soñabas y a lo que no tenía del todo claro que pudiera ser real.
En ese primer año consigues debutar en primera cumpliendo un sueño y aún siendo menor de edad, ¿qué se te pasa por la cabeza en esos momentos?
En esos momentos no pienso más allá, en esos momentos me gusta salir al campo y decir no pienses qué está pasando hoy. Es un partido, has tenido la oportunidad de jugar este partido, has tenido la oportunidad de debutar pero después lo pensarás en frío, ahora entra y juega, pon el foco en el partido y el foco en el debut lo tendrás después con llamadas de tus padres, de tus abuelos… Cuando yo salgo del partido y todas me dan enhorabuena por el debut para mí es el hecho de realmente entender qué estaba pasando, el hecho de estar en primera división y lo que soñaba que podía ser futbolista profesional ahora mismo lo estoy cumpliendo y es el principio. Acabo de empezar algo que pensaba que con esto yo no querría nada más y acabo de empezar
algo que me está dando alas para decir: quiero más, quiero más, sigue soñando porque esto es muy guay, puedes conseguir cosas y estar aquí es algo que tienes que valorar mucho, que entender mucho por qué estás aquí y no salirte de ese camino. La sensación de estar lleno.
Empiezas a conseguir cosas, eres convocada con la selección sub-19 después de haber pasado por la sub-17, lo que supone un nuevo paso en tu carrera deportiva, ¿cómo se vive este proceso?
Pues la verdad que el primer europeo sub-19 que me tocaba jugar no lo juego, me caigo en las últimas convocatorias y ese verano sigo el campeonato por el ordenador, viendo todos los partidos de mis compañeras y es un verano duro. Cuando debutas piensas que ya está, lo tengo hecho, y lo voy a valorar, pero quiero más. Yo pasé un verano increíble con mi familia que ya echaba de menos, que tenía muchas ganas de verles, pero yo hubiera pagado por no estar ese verano con mi familia y estar jugando ese europeo.
Terminó el europeo, ganaron mis compañeras, me alegro un montón por ellas pero tengo esa espinita de que no debería estar aquí y me propongo estar en el siguiente europeo el próximo año. La temporada va muy bien, los datos son buenos, las sensaciones son muy buenas, me siento bien con el equipo, me siento bien conmigo, siento que las cosas están saliendo como se estaban trabajando y no te diría que tengo la suerte, porque no pienso que las cosas pasen por suerte, tengo la oportunidad de ir al europeo este verano. La sensación de que la selección española cuente contigo para convocatorias es increíble y yo desde la primera vez que me convocó, llorando, corriendo a casa, volviendo del instituto para contarle a mis padres… Pero cuando la convocatoria es para una competición oficial como es un europeo, pelos de punta y decir que esto es muy grande, que esto es algo muy guay y la verdad que me siento orgullosa y me siento feliz por haber tenido esa oportunidad y por haberme la ganado de alguna manera, porque la temporada merecía un verano como el que tuve.
Vas a ese europeo, marcas dos goles, eres una pieza importante y termináis levantando el trofeo de campeonas de Europa, ¿cómo vive una futbolista un torneo tan importante pero que a la vez es tan corto y tienes tan poco tiempo de preparar?
Lo viví intensamente, lo viví intensamente y te parece corto porque terminas un partido y enseguida tienes el siguiente. Pero tú allí dentro te saltarías entrenamientos y adelantarías partidos porque todo el rato tienes ganas de competir, ganas de seguir, encima estábamos ganando y queríamos más. Teníamos claro que el objetivo era volver a levantar la copa y la verdad que lo viví feliz, con mi familia pendiente al 200%.
Era como sacarme una espinita clavada y esa sensación creo que es algo muy guay porque es una sensación de satisfacción a ti misma, una sensación de superación. El año pasado no estuve, decidí que iba a hacer lo posible por hacerlo y aquí estoy. Ahora me voy a dedicar a disfrutarlo y a vivirlo como lo que es, una oportunidad y una cosa que me ha ganado y que puede ser muy guay. Si se levanta el trofeo la sensación va a ser plena y efectivamente la sensación fue plena, fue como tocar el cielo como decía en la última ronda de penaltis de la final.
Tenías a todo el mundo siguiéndote y apoyándote, y a la vuelta tienes homenajes en Mareo, en el Ciutat de Valencia… ¿Qué supone todo este reconocimiento?
Supone razones, razones por las que seguir haciendo esto, razones por las que seguir estando, razones por las que merece la pena conseguir cosas. Lo digo y lo diré siempre porque creo que no cambiaré de opinión nunca y es que conseguir cosas está muy bien pero si las consigues sin tener cerca los tuyos, sin sentirte valorada y sentir a los tuyos orgullosos de ti, no te va a merecer la pena. Al final estar arriba solo merece la pena si estás con gente que te quiere y que te aprecia y que cuando te caigas hacia abajo te va a intentar levantar. Yo por suerte llego a España, a Asturias y no paro de tener homenajes, llego a Mareo y compañeras que he tenido hace años, orgullosas de mí, llorando al verme. Esa sensación significa razones por las que seguir haciendo lo que estoy haciendo, que no solo sea un sueño propio sino el sentir que mis sueños propios los disfrutan otros. Siento que las cosas las tengo que seguir haciendo como las estoy haciendo, seguir cuidando de los míos y sentir que ellos cuidan de mí es lo que da plenitud. El llegar a tu pueblo y que tu pueblo te reconozca que eres campeona de Europa, con toda la gente que había en aquella plaza… Igual que te digo, que yo de pequeña no hay momento en el que no haya soñado con ser futbolista, nunca jamás te habría dicho que iba a conseguir que mi pueblo se pusiera delante de mí en aquella plaza y estuvieran llorando de emoción, aplaudiéndome orgullosos y que me reconocieran lo que había hecho ese verano. Para mí es una sensación de satisfacción, de estar lleno, de sentir que los tuyos te quieren, que están ahí y que se sienten orgullosos de ti. Creo que eso es lo más grande de conseguir algo, ver a la gente de alrededor orgullosa de que lo hayas hecho.
Apenas un mes más tarde de vuestro éxito, la selección absoluta consiguió llevarse el mundial, demostrando que el fútbol femenino español es una de las mayores potencias, ¿cómo viviste la victoria de las chicas, algunas compañeras? ¿Te ves en el corto plazo jugando con el primer equipo de la selección?
La victoria la vivo como loca, la vivo con mis compañeras de equipo, que encima teníamos a Alba Redondo que juega con nosotras allí en la selección. La vivimos todas, quedamos, comimos una paella y disfrutamos de la final porque esto es algo histórico y esto es para disfrutarlo. Lo disfrutamos juntas y los goles como locas, las acciones estábamos chillando, como cuando eres pequeño y tu equipo juega la final de algo, pues igual. Disfrutamos como niñas pequeñas. Al final era algo histórico, era algo por lo que se había trabajado muchos años, gente que ha competido y que ha luchado por tener las posibilidades que tenemos ahora. Al final ves que el camino hasta aquí fue muy duro y yo hace 13 años estaba gritando como loca en la plaza de mi pueblo, un campeones del mundo con la selección absoluta masculina y ahora estoy a punto de poder gritarlo aquí con mis compañeras de primera división, con mis compañeras del Levante, con una compañera jugando esa final. Yo lo viví con los pelos de punta y súper orgullosa de todas las jugadoras que estaban allí compitiendo y las que estábamos viéndolo desde casa.
La verdad que la pregunta que me haces de si a corto plazo me veo en la selección: creo que tienes mucha razón diciendo que el fútbol femenino español tiene mucho potencial. Creo que tenemos jugadoras muy buenas, que hay mucho nivel en España y que jugar en la selección absoluta son palabras mayores. ¿Lo veo en algún momento? Sí, lo veo. Quiero verlo, quiero creer que sí, quiero pensar que en algún momento llegaré ahí, pero bueno, creo que ahora lo que tengo que hacer es centrarme en el equipo, en la selección en la que estoy, que espero que este año pueda vivir el mundial sub-20 y algún día llegar a la absoluta sería más razones por las que sentirme orgullosa, más razones por las que sentirme orgullosa de mi familia, de mi gente, serían más alegrías y sería un sueño de los grandes, cumplido. Ojalá algún día pueda vestir la camiseta de la absoluta y pueda competir con esa gente la verdad, porque te repito, creo que España a nivel de fútbol femenino es una selección con mucho poder y con mucho potencial.
Hay mucho nivel, hay mucha competencia, ganáis vosotras el europeo, gana la absoluta el mundial… Esto no puede ser casualidad, ¿qué puede haber detrás, qué diferencia el fútbol femenino español de otros grandes países?
Creo que a nivel general en el mundo se lucha mucho por sacar adelante el fútbol femenino, pero es verdad que en España, aunque justo ahora está habiendo más problemas, todas remamos en la misma dirección, de que todas quieran lo mismo. Las jugadoras se empiezan a creer ellas mismas que somos profesionales, que tenemos que comportarnos y actuar como tal y creo que eso en España cada vez se está llevando más a cabo. Ahora las futbolistas profesionales son futbolistas profesionales y exigen que se las trate como tal, y creo que eso es un punto clave en la victoria de lo que está pasando, porque ya no solo es en las máximas categorías como es la absoluta, sino es lo que vienes diciendo, es una victoria en un europeo sub-19 seguida de un mes después una victoria de un mundial absoluto. Eso es porque todas las niñas estamos entendiendo lo que es ser futbolista profesional, las grandes nos están haciendo ver lo que es ser futbolista profesional, lo que tenemos que pedir y que exigir para que se nos trate como tal, porque lo que se nos pide y se nos exige es que nos comportemos como tal, y creo que ellas nos están haciendo entender bien qué es lo que tenemos que hacer, y las categorías inferiores estamos siguiendo esos pasos bien, estamos cogiendo las cosas buenas, estamos apoyando que esto siga creciendo y que las que les toque estar en la selección sub-19 tengan incluso mejores condiciones y tengan muchos más referentes y mayores razones y mayores ilusiones por las que seguir peleando y seguir disfrutando del fútbol.
Pasando de nuevo al fútbol de clubes, esta pasada temporada con el Levante volvéis a quedar entre las tres primeras, lo que os da acceso a las rondas previas de Champions. ¿Cómo se afronta una nueva campaña en la máxima categoría del fútbol europeo? ¿Y cómo enfrentas tú personalmente esta primera experiencia internacional con el Levante?
Pues la verdad es algo que impacta. Creo que fue un objetivo que no estaba marcado a principios de temporada y cuando te marcas un objetivo y lo consigues es algo que está muy bien, pero si lo haces sin nisiquiera haberlo marcado creo que es porque el proceso de crecimiento ha sido bueno, que las cosas se hicieron mejor de lo que se esperaban y poder vivir este año esa experiencia fue único. Fue una pena quedarnos a las puertas, pero bueno, creo que es algo que nos empuja a que este año sigamos trabajando por volver a estar entre las tres primeras y poder el año que viene volver a vivir algo así.
Consigues jugar ambos partidos, la primera victoria y la segunda derrota. ¿Cómo fue para ti?
Pues la experiencia, lo que te digo, fue única, pero fue duro. Fue duro porque al final son 10 meses de trabajo, 10 meses de que poco a poco se viera como si realmente fuera el objetivo. Cada vez se veía más cerca y el poder conseguirlo con el equipo y el vestuario que teníamos fue especial. Pero que después de 10 meses de trabajo nos quedáramos a las puertas de algo tan grande como es jugar una Champions, pues fue una pena.
Has dicho que no era el objetivo principal de la temporada pasada, pero este año habéis empezado con buen pie ¿Cuáles son las metas de esta nueva campaña?
Las cosas se hicieron muy bien el año pasado. Creo que este año deberíamos centrarnos en un año nuevo e intentar mejorar aspectos que el año pasado no estaban bien o que podrían estar mejor. Teniendo en cuenta que la temporada pasada se logró quedar entre las tres primeras, este año hay un poco más de exigencia, pero al final el vestuario lo que tiene inculcado es el competir, sumar tres puntos cada fin de semana y así poco a poco. Ganar cada partido es muy difícil y el intentar llevarse los tres puntos te da la oportunidad de seguir vivo a final de temporada y con ganas de quedar lo más arriba posible.
Aparte de eso, intentar dar lo máximo en las competiciones que nos quedan, hacer buen papel en la copa e intentar seguir ahí en la liga, que el Levante siga estando en posiciones altas que es donde merece estar.
Hablando ya del futuro y teniendo en cuenta que acabas de cumplir los 19, ¿cuáles serían tus metas futbolísticas en el corto plazo?
A corto plazo, como te decía antes, creo que el Mundial Sub-20 es el verano que viene y me gustaría poder estar en él, me gustaría poder vivir eso. Nunca he vivido un Mundial y creo que es uno de los objetivos a corto plazo. Y lo otro más a corto plazo es mejorar quizás los datos del año pasado. Estoy muy contenta con la temporada pasada pero creo que tengo que tener en la cabeza el seguir mejorando cosas, el seguir aprendiendo la gente que tengo alrededor, de mis compañeras y quiero mejorar datos, mejorar números, seguir sintiéndome bien conmigo misma, a gusto y que esta temporada pueda mejorar a la anterior.
Y en el largo plazo, ¿cuál sería tu carrera soñada?
La carrera soñada creo que sería la que toda futbolista sueña. En resumen sería ganar títulos. Levantar copas, es algo que creo que todo el mundo quiere. Mi carrera soñada es una carrera sin lesiones, que espero que me respeten. Es una carrera de levantar títulos, ya sea bien con club o con selección, es algún día poder levantar una Champions, aunque más a corto plazo, ojalá poder debutar en ella. Levantar un mundial absoluto, si ya te decía antes que ir a la selección absoluta son palabras mayores, el levantar un mundial absoluto… decirlo es fácil, parece fácil.
Y para terminar, ¿un sueño que te quede por cumplir fuera del ámbito futbolístico?
Te diría que mi hermano triunfe en el fútbol, que a mi hermano le llegue una llamada de un equipo grande. Es su sueño, pero que él cumpliera su sueño, para mí sería cumplir uno mío propio o lo sentiría como tal. Más personal, pues no sabría qué decirte. Seguir haciendo feliz a los míos, que sigan sintiéndose orgullosas de mí, creo que eso también forma parte de una carrera perfecta a la que me preguntabas antes.
Creo que además de conseguir todo lo que le gustaría conseguir a un futbolista, que la gente se siga sintiendo orgullosa, siga viéndome como lo que quiero seguir siendo, que es una niña cercana, la niña cariñosa que soy y lo familiar que soy y que seguramente seguiré siendo porque no hay nada como la familia, como los amigos, como ver que la gente que te quiere y que te cuida te siente orgullosa de ti. Así que creo que uno de los sueños y uno de los sueños también a nivel de una carrera perfecta ambos son que los míos estén orgullosos y estén felices y principalmente estén bien.
Pues muchas gracias Erika, campeona de Europa por tu tiempo y tu amabilidad. Esperamos poder vivir tus futuros éxitos a tu lado y mucha suerte en esta nueva temporada.
Yo también lo espero. Muchas gracias
Agencia Mesas Sport. Agentes de futbolistas. Nuestra experiencia y profesionalidad son un referente en España y alrededor del mundo. Nuestra meta es tu futuro.